Este blog será de utilidad para todos aquellos que sienten algún tipo de interés por el idioma japonés, y que a su vez tengan intenciones de comenzar a aprenderlo.
miércoles, 2 de diciembre de 2015
domingo, 29 de noviembre de 2015
Alfabeto japonés hiragana:
Respecto a la
pronunciación de las sílabas escritas en romaji (letras romanas):
Como este sistema se
basa en la fonética del idioma inglés, algunos caracteres deben leerse de la
siguiente manera:
“ha, hi, hu, he, ho” =
“ja, ji, ju, je, jo”
“ya, yu, yo” = “ia,
iu, io”
“wa” = “ua”
“gi, ge” = “gui, gue”
“ji” = “yi”
Por ejemplo: “Hajimemashite
(gusto en conocerle)” = “jayimemashite”
El silabario katakana
también consta de 46 caracteres, los sonidos son equivalentes, sólo existen
algunas diferencias por ser éste un alfabeto utilizado para la escritura de
vocablos de origen extranjero. Aunque también es empleado para onomatopeyas y
para dar énfasis a determinadas palabras.
Alfabeto japonés katakana:
Escritura japonesa
La escritura del
japonés proviene de la escritura china, que fue llevada a Japón por medio de
Corea, en el siglo IV. La escritura japonesa comprende tres sistemas de
escritura clásicos y uno de transcripción:
Kana, silabarios
Hiragana (平仮名),
silabario para palabras de origen japonés
Katakana (片仮名),
silabario usado principalmente para palabras de origen extranjero
Kanji (漢字),
caracteres de origen chino
Rōmaji (ローマ字),
representación del japonés con el alfabeto latino
El katakana fue creado
por monjes budistas, mientras que el hiragana fue desarrollado por mujeres de
la aristocracia. Por ello, incluso hoy en día, el hiragana está considerado
como un sistema de escritura con cierto toque femenino o incluso infantil. En
la actualidad, el katakana es usado para escribir fonéticamente palabras de
origen extranjero (外来語), particularmente nombres de lugares y de
personas. También se usa para escribir onomatopeyas y, en forma figurativa,
para enfatizar palabras, de forma similar al uso exclusivo de mayúsculas, cuando
se quiere llamar la atención. El hiragana, por su parte, se combina con los
kanji como parte de la gramática japonesa. Desde hace unas décadas, el japonés
ha adoptado muchas palabras extranjeras, siendo la mayoría de origen inglés y
unas pocas del alemán. También hay palabras que provienen del español, y que se
adoptaron hace algunos siglos, cuando los misioneros españoles y portugueses
llegaron a Japón por primera vez. Por ejemplo, カッパ(kappa, capa) y quizá
también パン (pan)
El japonés hace uso
del alfabeto romano bajo el nombre de rōmaji. Es utilizado para escribir
nombres de marcas o compañías y también para escribir siglas internacionalmente
reconocidas como CD. Existen distintos sistemas de romanización, de los cuales
el más conocido es el sistema Hepburn (que es el de mayor aceptación y que se
utiliza en la Wikipedia), aunque el Kunrei-shiki es el oficial (gubernamental)
en Japón.
Originalmente existía
un escaso número de sílabas posibles, pero en los últimos años, debido a la
creciente influencia de los idiomas extranjeros (sobre todo del inglés), han
sido anexados algunos sonidos que sólo pueden ser escritos en katakana (ti, tu,
di, du, tse, che, etc.)
El origen del japonés
Este es uno de los
misterios que probablemente nunca serán descubiertos. Casi todas las lenguas de
nuestro planeta tienen un origen más o menos determinado. La lengua japonesa es
una excepción. Los filólogos llevan décadas discutiendo sobre el incierto
origen del japonés.
En la actualidad la
lengua japonesa ha sido incluida entre las lenguas no clasificadas. Por guardar
algún parecido con el coreano y el mongol, se la intento incluir en el grupo de
las lenguas altaicas (mongol, somoyedo, tungunaso) y malayo-polinesias. La
lengua japonesa es una lengua aglutinante, como el coreano, el mongol, el
turco, el húngaro, el finés, etc. Esto quiere decir que forma palabras con
sufijos y afijos añadidos al radical.
Como curiosidad
indicar las corrientes que intentan indicar el origen del japones:
Los lingüistas
ingleses afirman que es una lengua paleo-siberiana, agrupada a la lengua gilyak
y con las familias chukchi-kamchatkán, yeniseica y yukaghir.
Los lingüistas
soviéticos tienden a incluir el japonés entre las lenguas hiperboreales,
habladas en Siberia, y entre las ocho lenguas habladas en esta amplia zona,
alutor, coriaco, chukchi, gilyak, kamchadal, kerek y yukaghir, además de entre
otras cuatro lenguas ya desaparecidas, arin, asan, cottia y chuvantzy.
Ambas corrientes
coinciden en una lengua, el gilyak, sin embargo esta posibilidad hoy en día
tiene pocos participes.
Los nombres más
destacados en el estudio de estos temas relaiconados con el origen del japonés
son, Scheleicher, Federico Máximo Muller y Steinthal.
Despues de presentar
toda esta antigua polémica se quiere recordar, que en la actualidad el japonés
se considera dentro de una filiación lingüística independiente y no con un
origen derivado de otras lenguas. Como prueba de ello están tanto su aislación
geográfica como el ser un pueblo que no ha sufrido ninguna invasión extranjera.
La lengua japonesa en
su origen no tiene ninguna relación ni con la lengua ainu, ni con el chino. El
chino es una lengua monosilábica y completamente distinta, en su composición y
formación, al japonés. Los ainus eran una raza que procedía de Siberia y
ocuparon las islas del Japón muchos años antes de que la actual raza japonesa
les confinara a las provincias del extremo norte de Japón, Hokkaidö y Karafuto
(siglo VII A.C.). Actualmente sólo existen unos 15.000, en su mayoría en la
isla de Hokkaidö. Conservan sus costumbres y tradiciones típicas, y hablan su
propia lengua, distinta de la japonesa. La lengua ainu es una mezcla de mongol
con elementos caucásicos, probablemente arios.
Aunque la lengua
japonesa, sintácticamente no tenga relación alguna con el chino, su vocabulario
está compuesto, en su mayoría, de palabras chinas, introducidas bastante
recientemente.
Se conoce por Yamato
tanto al Japón antiguo como a su primitiva lengua. El archipiélago japonés
comenzó a poblarse en el 2500 A.C. con pueblos mongólicos procedentes del
continente asiático, principalmente en las islas de Hokkaidö y Kyüshü (Japón
está formado por tres grandes islas, las ya mencionadas, y la más extensa que
es la de Honshü).
La raza del Yamato
llevaba nueve siglos en Japón. Como todo pueblo comenzó a desarrollar una
lengua y una cultura; se sabe que su arcaica lengua era polisilábica, aunque se
desconoce si poseían escritura. Sea como fuese esta lengua, cuando los
primitivos japoneses estaban culturalmente preparados para desarrollar una
lengua escrita sufrieron el influjo cultural del continente asiático. No fueron
los chinos quienes llevaron su cultura a Japón, la cultura china llegó a través
de sabios coreanos. La fecha de esta invasión cultural va desde el siglo III
hasta el siglo VII (la mayoría de los autores hablan de que ya en el siglo III
de la Era Cristiana comenzaron a introducirse las ciencias y literatura
chinas). Como fecha concreta se puede dar la del 405 A.D. en que la Corte
Imperial adopta oficialmente la escritura china.
El pueblo japonés
adoptó los ideogramas o caracteres kanji como forma de escritura. Desde ese
momento los japoneses usaron los caracteres kanji para expresar sus ideas y
conceptos. Un ideograma es una unidad conceptual, que tiene significado por sí
mismo, a diferencia de nuestro alfabeto, que necesita la unión de vocales y
consonantes para expresar un concepto. En un principio como suele ser normal en
la introducción de nuevas culturas, la escritura china se difundió sólo entre
las clases más selectas. El libro más antiguo que se conserva es el Kojiki
(«Crónica de los sucesos antiguos»), una obra histórica y mitológica fechada en
el 712 de nuestra era y es una mezcla de japonés y chino.
La influencia no fue
sólo de la escritura, sino en el lenguaje mismo. Los japoneses adoptaron
vocabularios chinos y lecturas chinas de los kanjis, pero les dieron sus propios
significados. El idioma japonés, sin haber desvirtuado en lo más mínimo su
autonomía lingüística, ha sido inmensamente enriquecido conceptualmente gracias
a los caracteres chinos.
Los japoneses no sólo
adoptaron los ideogramas para expresar sus ideas, sino que inventaron una
fonética especial basada en los sonidos iniciales de los ideogramas chinos para
expresar sonidos de su propia lengua. Usaron los caracteres kanjis para
representar las palabras que ellos pronunciaban, por eso se perdió parte del significado
original de los kanjis. En otros casos se tomaron los caracteres chinos
utilizando sólo su fonética para representar determinadas sílabas japonesas, ya
que como ya se ha dicho el japonés es una lengua aglutinante y forma sus
palabras a partir de una raíz añadiendo sufijos y afijos. Esto originó la
escritura manyogana y ésta a su vez evolucionó para convertirse en los sistemas
de escritura japoneses actuales, los «abecedarios» silábicos que se conocen con
el nombre de hiragana y katakana.
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